viernes, 23 de noviembre de 2012


Cuaderno de Pripyat, de Carlos Ríos, por Flavia Segovia

Novela
Más que una ciudad dormida

Cuaderno de Pripyat es la última novela de Carlos Ríos. Narra la historia de una ciudad después de la devastación y reconstruye los relatos de personas que secretamente viven allí.








Cuadernos de Pripyat
Novela
Por Carlos Ríos
Páginas 100
Entropía, 2012
Precio: 45 pesos








“A los pies de Muthahi, la ciudadela de cartón relucía como el cuerpo de un animal puesto a secar. El joven observó la gran cicatriz que cruzaba de norte a sur y allí, entre los volcanes extinguidos y sus lagos, otra ciudad, que en su empeño por sobrevivir negaba a la suya.” Este es un fragmento de Manigua, la primera novela de Carlos Ríos. La trama transcurre en el desierto africano atravesado por enfermedades, guerras y adversidades al que un joven, emprendiendo un viaje, decide enfrentarse por un mandato familiar. En otro extremo temporal del relato, sitúa a Muthahi en un hospital junto a su hermano, que gravemente enfermo le dice: “Escucharé la historia del animal sacrificado el día de mi nacimiento y luego me iré en paz” y al que con urgencia necesita contarle su experiencia.

Cuaderno de Pripyat, la última novela de Ríos, narra el regreso a una ciudadela devastada y solitaria donde coexisten diferentes personajes. Todas ellos tienen como conector al joven Malofienko, urgido por volver después de una partida forzosa y la muerte de su familia, a reencontrarse con el pasado. En su diario de viaje narra con crudeza cómo se reconstruye la vida en un lugar prohibido, donde todo lo que crece está signado por la contaminación y porta un sello invisible que dice “no deberían estar aquí”.

Estas novelas tienen una paralela estructuración temática. Son relatos de viajes, donde en centro es la incursión y la búsqueda. En Manigua de un animal sagrado para que no muera el hermano del narrador y, Cuaderno de Pripyat, de su pasado. Una visión apocalíptica acompaña la trama de ambas obras literarias, lugares desolados y personajes complejos aportan un rasgo ficcional. No obstante, paralelamente contienen elementos narrativos de un mundo verosímil; Cuaderno… presenta como escenario histórico la caída de la URSS y nos ubica en la ciudad de Pripyat (norte de Ucrania) que después del accidente nuclear de Chernóbil se convierte en una ciudad fantasma.

Los epígrafes dan cuenta de esa realidad. “Le temíamos al viento, a la lluvia, al césped verde y fresco, a la luz y al agua que bebíamos.” En esta frase, el escritor ucraniano Yuri Andrujovitsch, describe con realismo la sensación de indefensión vivida en Chernóbil. Este autor ha escrito novelas y ensayos  sobre la situación de su país durante y después de la Unión Soviética, lo que lo relaciona directamente con la situación vivida en Pripyat: "El sábado 26 de abril de 1986 la primavera había llegado a Ucrania, el cielo azul resplandecía en la ciudad de Kiev, el abedul de Carelia retoñaba y los labradores segaban los campos de trigo. Mi hijo tenía 46 días de nacido y mis últimos poemas estaban a punto de publicarse. Hoy, a principios del siglo XXI, me parece legítimo preguntarse: ¿qué ocurrió el 26 de abril de 1986 en Ucrania?" escribió en su libro de Crónicas Chernóbil, la mafia y yo.

Carlos Ríos convierte a Pripyat en una ciudad casi mitológica, con personajes que relatan regresos tristes y voluntarios y otros que no pudieron irse, convirtiéndose en los guardianes de la ciudadela. Un destazador faena reses que brillan “como un amasijo de krill puesto a secar”. Un lugar donde las creencias paganas de ancestros nórdicos siguen vigentes. Los caballos sagrados trotan libres y los lobos son los dueños de la noche. Mientras Malofienko, en medio de todas estas historias, intenta rescatar la suya.

El otro epígrafe es un fragmento del cuento Lo visible de Juan José Saer que relata la vuelta de los jóvenes, después de la explosión nuclear, a una ciudad vacía, solitaria y contaminada, pero que les pertenece. “(…) como si a causa de la explosión un nuevo mundo, colateral del primero pero que terminaría suplantándolo por completo, hubiese empezado a proliferar.” Este cuento refleja el regreso, Cuaderno…intenta describir, a través de las notas de Malofienko, cómo sobreviven esas personas que se atrevieron a volver a una ciudad donde la desolación y el aire tóxico son el único patrimonio.

Cuadernotiene una organización narrativa singular que remite a la novela “Rayuela” de Julio Cortázar. Su propuesta para leerla saltando y alternando capítulos, con elementos estilísticos del collage, se percibe en la obra de Ríos: Números romanos, colores, entrevistas, incursiones y correspondencia al libro en inextricable, en el que el lector que realiza una interpretación lineal del texto, se pierde en la dinámica del relato.
En el carácter experimental de esta novela quizá resida su extraño atractivo. La diversidad de historias y la articulación entre ellas lo convierten en un libro fragmentado, pensado para la relectura y para quedarse asido en cada capítulo.

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