martes, 1 de noviembre de 2011

Desmanes del periodismo cultural. Sobre la mesa debate "Rocky vs Drago. Suplementos Culturales y Proyectos Alternativos".

Por Mariel Breuer

El martes  11 de octubre se presentó en la sede porteña de la Universidad Nacional de La Plata el ciclo “¿Rocky vs Drago? Suplementos culturales y proyectos alternativos.” Dos mesas de debate integradas por alumnos de la Especialización en Periodismo Cultural tuvieron lugar esa tarde, en la que se hizo un repaso por los medios masivos e independientes que difunden las noticias de cultura.

El periodismo pierde peso frente a una  población mundial que, de la mano de las redes sociales,  se convierte en algún tipo de medio de comunicación. Lo que aún no entra en crisis es la exigencia de la responsabilidad del periodismo, aunque no siempre se lleve a la práctica. Muy distinto es lo que se le exige al “nn” que postea compulsivamente; que no suele ser más que algo de sensacionalismo. En este contexto que rompe barreras geográficas, el periodismo cultural genera una serie de debates que mantienen vigencia desde al menos los años ‘90.
Algunos de los cuestionamientos más escuchados insisten sobre la pregunta sobre qué es cultura, qué temas deben atender las revistas culturales, cómo el criterio editorial del medio segmenta al público lector, cuáles son las diferencias entre alta y baja cultura; los favoritismos y los compromisos. En este mismo marco nacen o emergen una cantidad considerable de medios alternativos e independientes. El objetivo que buscan es el de mostrar una mirada propia no influenciada por aspectos externos a la labor (o mejor dicho a la vocación) periodística.
El primer momento del ciclo nos llevó hacia un análisis de los suplementos culturales de más rotación en el país. Ellos pertenecen a tres de los diarios argentinos de mayor alcance: ADN de diario La Nación, Ñ de diario Clarín y Radar del diario Página 12. El grupo de disertantes conformado por los periodistas Gabriela Riera, Fabián Bernal y  Eduardo Guzmán moderados por el  Lic. Martín Massa, utilizan una pregunta clave para definir la función de estos suplementos: ¿Periodismo o  marketing cultural? En ésta pregunta  se esconde una intención tendenciosa que se confirmó a lo largo de la exposición de los integrantes. El análisis del contenido de cada revista fue profundo y comprometido aunque bañado por una cierta negatividad con respecto a la tarea de ADN y Ñ particularmente. Sin embargo, el discurso de este grupo no cayó en soluciones facilistas que terminarían siendo irrespetuosas. La mesa criticó principalmente la falta de diversidad cultural reflejada en los artículos, algún tipo de favoritismo con algunos grupos editoriales, géneros o autores. También criticó la banalidad y tono de algunas notas, en particular las relacionadas a artes visuales o la sección de agenda. La pregunta que cerró el panel fue del público y puso de manifiesto la tendencia del debate: ¿Qué fue lo que sí les gustó de estos suplementos?
Luego de un pequeño corte se pasó al segundo panel que se enfocó en el desarrollo de tres casos de medios independientes analizados por sus fundadores cual negocio atendido por sus propios dueños.  A diferencia del panel anterior lo que predominó fue la experiencia de cada integrante. Se plantearon las fortalezas y debilidades así como también la proyección del periodismo independiente en el futuro cercano y su inevitable “institucionalización”. Moderados por Matías Rodríguez, Sebastian Hacher (indymedia argentina), Cocó Muro (Dadá Mini) y Ximena Tordini (Radio La Tribu), se preguntaron el ¿de quién? ¿para qué? y ¿por qué? de los medios independientes.
Las relaciones conflictivas con el público, con los anunciantes, con los subsidios y con los proveedores mantienen a estos medios alternativos en un constante desequilibrio, los mantienen “IN THE PENDIENTE”, como se tituló la mesa. Hacher, Muro y Tordini contaron cómo se maneja un medio donde no existe una “bajada de línea” de ningún tipo y constantemente se toman decisiones en equipo. El fin perseguido es siempre ese primer objetivo, a veces un tanto ideológico, de comunicar por sentir la necesidad de hacerlo, de contar “mi” lado de la historia.
Otro punto importante que abre una nueva serie de preguntas tiene que ver con el lugar que ocupan hoy los medios independientes. En este sentido, hay  un cambio en la apertura del campo. Grandes grupos y pequeños productores se mezclan porque tienen distintas ventajas para ofrecer y al final del día lo que importa es cumplir con un deadline. Si el gran grupo editorial necesita al pequeño medio, lo va a tomar. Así, los medios independientes de la actualidad están en los márgenes y “entran y salen” constantemente del mainstream.  De esta manera, ciertos límites se vuelven borrosos y, en el mejor de los casos, todos ganan.
Los problemas del periodismo cultural no se agotan. El conflicto es constante; los conceptos definitivos son pocos. La cultura sigue siendo una ciencia “blanda” que aunque debe ser tratada con rigor, permite discusiones, posiciones opuestas y nuevas conclusiones día a día. El periodismo, por su parte, también se encuentra en una situación en la que ninguno de sus parámetros es absolutamente fijo. En la era digital la información llega tan rápido y por tantos lugares  que la portada de un diario rara vez tiene una primicia. El dilema de hacer noticias en solo 140 caracteres, por un lado y el uso indiscriminado de la palabra, por el otro.
Ambos paneles pusieron de manifiesto solo dos de los muchos problemas que enfrenta el periodismo cultural en el siglo XXI con profesionalismo y claridad. Las preguntas siguen abiertas pero eso es solo síntoma de que, entre nuevos medios, nuevos actores y nuevos conflictos, “no está muerto quien pelea”.

1 comentario:

  1. Excelente nota, me interesan estos temas porque estoy investigando para hacer mi tesis -en la lic de comunicación social - sobre el concepto de cultura en la revista Ñ. Ya agrego este blog a la lista de mis blogs importantes en www.neeporai.blogspot.com o www.ñeepora.com.ar

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