Los nuevos
cuentos de Terranova
Un variado mundo pequeño
Los relatos del último libro de Juan Terranova, Instrucciones para dar el gran batacazo intelectual argentino,
recurren al periodismo, la academia y la web, fuentes diversas que quedan
atrapadas en el marco uniforme de la primera persona.
Ficha técnica
Instrucciones para dar el gran batacazo intelectual argentino
Cuentos
Por Juan Terranova
149 páginas
Editorial Reina Negra
$50
“Sí, el final de la ficción tal cual la conocemos. Pero
el principio de otra cosa.” La frase de El caníbal,
primera novela de Juan Terranova (Buenos Aires, 1975), sirve todavía para
pensar el último libro del autor, Instrucciones para dar el
gran batacazo intelectual argentino, una colección de doce cuentos
con personajes y temas diversos, construidos con una red de fuentes también
amplia pero que termina presa de una uniformidad que excluye al lector.
Licenciado
en Letras, en su producción literaria Terranova se ha medido con casi todos los
géneros; además, es periodista y tiene presencia constante en la web. Estas
zonas de su formación encuentran lugar en Instrucciones…,
su segundo libro de cuentos. La academia está presente, por ejemplo, en “Los
hermanos rusos”, que pone en juego saberes de teoría literaria, y en “Ciencias
virales”, que tiene a las becas como tema, además de aludir desde el título y
el epígrafe a Ciencias morales, novela del
escritor y profesor universitario Martín Kohan. Su labor como periodista se
hace palpable en “Hablame de lagartos”, que revive la polémica de la que fue
protagonista en 2011, cuando ironizó sobre un vacío movimiento feminista.
“Madres de plaza de mayo mecanizadas”, por su parte, puede leerse como una
crónica de los festejos del Bicentenario. De la web no surge sólo la
dedicatoria “a todos los #freelancers del mundo”, sino también, como en el
reciente Spam, de Carlos Gradín, un método de
exploración: si en “Los hermanos rusos” las fuentes periodísticas de Terranova
se enriquecen con Google, en “Ciencias virales” internet es motivo de
especulación.
Se suman a esta red las alusiones literarias,
preanunciadas en los tópicos cortazarianos y arltianos sugeridos desde el
título. Las reflexiones sobre literatura continúan en “El joven Aira”, donde el
protagonista se entera del pasado de “Cesarito”: “Se lo notaba fóbico (…)
chismoso inclusive.” También en el cuento que da título a la serie, una charla
sobre concursos literarios. Y en “Sobre Ricardo Piglia”, mezcla de ensayo y
anecdotario donde aparecen nombres de la literatura y de su hermana estudiosa,
la academia: Julio Schvartzman, Oliverio Coelho, Matías Capelli, Pola
Oloixarac.
“La sangre de España no mancha las manos” y “La masacre del
equipo de vóley”, por un lado; y “Algunos personajes y situaciones que no
deberían formar parte de un cuento sobre el peronismo” y “La máquina de la
simplificación total”, por el otro, pueden leerse como pares. El primero, más
anclado en el tradicional género cuento. El segundo, más tendiente a la
experimentación formal.
Si bien la apuesta por la multiplicación de fuentes y
referencias marca un modo de trabajo que distingue a Terranova, el resultado
paradójico en Instrucciones… es que la
diversidad se diluye. El abuso de la primera persona y de los finales
tangenciales también contribuye a que la unidad del libro resulte
contraproducente: los relatos quedan asimilados en un fondo de anécdotas,
alusiones y nombres propios. El final de la ficción da paso, entonces, a la
realidad reducida de los escritores y estudiantes de letras.
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