Cuaderno de
Pripyat, de Carlos Ríos, por Flavia Segovia
Novela
Más que una ciudad dormida
Cuaderno de Pripyat es
la última novela de Carlos Ríos. Narra la historia de una ciudad después de la
devastación y reconstruye los relatos de personas que secretamente viven allí.
Cuadernos de Pripyat
Novela
Por Carlos
Ríos
Páginas 100
Entropía,
2012
Precio: 45
pesos
“A los pies de Muthahi, la ciudadela de cartón relucía como el cuerpo de un animal puesto a secar. El joven observó la gran cicatriz que cruzaba de norte a sur y allí, entre los volcanes extinguidos y sus lagos, otra ciudad, que en su empeño por sobrevivir negaba a la suya.” Este es un fragmento de Manigua, la primera novela de Carlos Ríos. La trama transcurre en el desierto africano atravesado por enfermedades, guerras y adversidades al que un joven, emprendiendo un viaje, decide enfrentarse por un mandato familiar. En otro extremo temporal del relato, sitúa a Muthahi en un hospital junto a su hermano, que gravemente enfermo le dice: “Escucharé la historia del animal sacrificado el día de mi nacimiento y luego me iré en paz” y al que con urgencia necesita contarle su experiencia.
Cuaderno de Pripyat, la
última novela de Ríos, narra el regreso
a una ciudadela devastada y
solitaria donde coexisten diferentes
personajes. Todas ellos tienen como conector al joven Malofienko, urgido por
volver después de una partida forzosa y la muerte de su familia, a
reencontrarse con el pasado. En su diario de viaje narra con crudeza cómo se
reconstruye la vida en un lugar prohibido, donde todo lo que crece está signado
por la contaminación y porta un sello invisible que dice “no deberían estar
aquí”.
Estas novelas tienen una paralela estructuración temática. Son relatos de viajes, donde
en centro es la incursión y la búsqueda. En Manigua de un animal
sagrado para que no muera el hermano del narrador y, Cuaderno de Pripyat, de
su pasado. Una visión apocalíptica acompaña la
trama de ambas obras literarias, lugares desolados y personajes complejos aportan
un rasgo ficcional. No obstante, paralelamente contienen
elementos narrativos de un mundo verosímil; Cuaderno… presenta
como escenario histórico la caída de la URSS y nos ubica en la ciudad de
Pripyat (norte de Ucrania) que después del accidente nuclear de Chernóbil se
convierte en una ciudad fantasma.
Los
epígrafes dan cuenta de esa realidad. “Le temíamos al viento, a la
lluvia, al césped verde y fresco, a la luz y al agua que bebíamos.” En esta frase, el
escritor ucraniano Yuri Andrujovitsch,
describe con realismo la sensación de indefensión vivida en Chernóbil. Este
autor ha escrito novelas y ensayos sobre
la situación de su país durante y después de la Unión Soviética, lo que lo
relaciona directamente con la situación vivida en Pripyat: "El sábado
26 de abril de 1986 la primavera había llegado a Ucrania, el cielo azul
resplandecía en la ciudad de Kiev, el abedul de Carelia retoñaba y los
labradores segaban los campos de trigo. Mi hijo tenía 46 días de nacido y mis
últimos poemas estaban a punto de publicarse. Hoy, a principios del siglo XXI,
me parece legítimo preguntarse: ¿qué ocurrió el 26 de abril de 1986 en
Ucrania?" escribió en su libro de Crónicas
Chernóbil, la mafia y yo.
Carlos Ríos convierte a Pripyat en una ciudad casi mitológica, con
personajes que relatan regresos tristes y voluntarios y otros que no pudieron
irse, convirtiéndose en los guardianes de la ciudadela. Un destazador faena
reses que brillan “como un amasijo de
krill puesto a secar”. Un lugar donde las creencias paganas de ancestros
nórdicos siguen vigentes. Los caballos sagrados trotan libres y los lobos son
los dueños de la noche. Mientras Malofienko, en medio de todas estas historias,
intenta rescatar la suya.
El otro epígrafe es un fragmento del cuento Lo visible de Juan José Saer que
relata la vuelta de los jóvenes, después de la explosión nuclear, a una ciudad
vacía, solitaria y contaminada, pero que les pertenece. “(…) como si a causa de la explosión un nuevo mundo, colateral del
primero pero que terminaría suplantándolo por completo, hubiese empezado a
proliferar.” Este cuento refleja el
regreso, Cuaderno…intenta describir, a través de las notas de
Malofienko, cómo sobreviven esas personas que se atrevieron a volver a una
ciudad donde la desolación y el aire tóxico son el único patrimonio.
Cuaderno…tiene una
organización narrativa singular que remite
a la novela “Rayuela” de Julio Cortázar. Su propuesta
para leerla saltando y alternando
capítulos, con elementos estilísticos del collage, se
percibe en la obra de Ríos: Números romanos, colores, entrevistas, incursiones
y correspondencia al libro en inextricable,
en el que el lector que realiza una interpretación lineal del texto, se pierde
en la dinámica del relato.
En el carácter
experimental de esta novela quizá resida su extraño atractivo. La diversidad de historias y la articulación entre ellas lo convierten en un libro fragmentado,
pensado para la relectura y para quedarse asido en cada capítulo.